Hace unos días me vino el recuerdo de una conversación muy curiosa que tuve hace años con un buen amigo. Al poco tiempo de los sucesos del 11-S, comenzaron a surgir ciertos rumores sobre una posible trama oscura que, partiendo de instancias secretas del gobierno americano, habría planificado los atentados y habría elaborado un vasto plan "tapadera" que, en alianza con los medios de comunicación, habría culpado falsamente a Bin Laden y los suyos de la masacre. Ni qué decir tiene que según esta teoría, los vídeos de Al Kaeda reivindicando los atentados, también serían un montaje rodado por actores de segunda en cualquier desierto o decorado de cine.
Precisamente, esta es una obra donde, mediante hipótesis negativa,
se desmontan las teorías conspirativas del 11-S
se desmontan las teorías conspirativas del 11-S
Es curioso, pero teorías conspirativas de este tipo, circulan con éxito por las redes y venden "kilos" de prensa amarilla. Y ojo, no niego con ésto la existencia de sucesos sorprendentes que de alguna forma se pueden camuflar y que nos ocultan los grandes centros de poder, pero de ahí a defender tanta "historieta", va una legua...
Sobre todo, porque el esfuerzo para coordinar y mantener en secreto semejantes montajes sería tan enorme en todos los sentidos (económico, logístico..,), e implicaría a tantas personas, que se me hace imposible concebirlo.
Sin embargo, la mente humana se muestra en ocasiones muy cómoda con este típo de planteamientos, aun cuando suponga sostener teorías difícilmente sostenibles por inverosímiles. Se me ocurre que en estos casos, muchas veces nos dejamos convencer; asi, simplemente, por extraños que puedan ser los argumentos, sobre todo cuando alguno de estos argumentos "aporta luz" sobre algún aspecto complicado del asunto mediante una explicación que parece lógica a priori. Pero... ¿Porqué no pensamos un poquito y nos hacemos un planteamiento global y profundo de todo el asunto?
Por ejemplo, también he escuchado por ahí que el hombre nunca ha ido a la Luna, y que todas las imágenes que conocemos están rodadas en unos estudios de cine (¡incluso rodadas por Stanley Kubrick!), y el "argumento" para convencernos suele ser "¿por qué si no, nadie ha vuelto a ir allí?", o,"¿porqué la bandera americana no ondea en la Luna?"... Lo que yo sugiero es pararse pues a pensar en lo complejo de organizar una "trama" como esta, que implicaría engañar y/o confabular a miles de personas y mantener el engaño por décadas, así como numerosos esfuerzos de presupuesto y tecnología seguramente superiores a lo que ciertamente supuso llevar al hombre a la Luna. Amén de intentar encontrar una explicación lógica a estas preguntas "inquietantes", porque haberlas, haylas...
Este tipo de planteamiento supone ponerse a "construir" precisamente la historia que se nos quiere presentar como verdadera. Sugiero pues que analicemos analizando las dificultades que ello implica, junto con los medios que exigiría tal mentira, y comparar ese esfuerzo con lo que simplemente supone aceptar los hechos como son. Creo que es un ejecicio que deberíamos plantearnos hacer siempre que estemos ante situaciones complejas y en las que nos aborden "sorprendentes teorías". A este sano razonamiento me he permitido llamarlo HIPÓTESIS NEGATIVA, y lo sugiero como una alternativa a la fácil "abdicación" de nuestros principios y convicciones en cuanto nos asaltan con curiosos planteamientos que, en muchos casos, simplemente intentan arrimar el ascua a su sardina.
Como ejemplo de hipótesis negativa, en el estudio de la llamada Sábana Santa, a la par que se iban haciendo descubrimientos científicos asombrosos, iban surgiendo teorías contrarias que recurrían en muchas ocasiones a la hipótesis de la falsificación medieval. Precisamente uno de los mejores argumentos de los defensores de la autenticidad de la Síndone consistía en formular la hipótesis negativa, para lo que había que plantearse cuestiones como: "¿de qué forma se las ingenió el autor para "pintar" sin pintura? ¿cómo conocía la diferencia entre sangre venosa y arterial? ¿por qué se le ocurrió pintar en negativo y cómo lo consiguió? ¿cómo logró el efecto de chamuscadura superficial de la tela? ¿Cómo es posible que con la tecnología actual nadie halla podido "crear" otra imagen semejante a ésta?..."
Hay muchos casos que no son "fáciles de despachar", como puedes ser el tema de Medjugorje, pero también es muy práctico aplicar la hipótesis negativa. El asunto es tan complejo o más que el expuesto sobre la Sábana Santa, no sólo por tratarse de una aparición de María y todo lo sucedido en más de treinta años, sino por que para colmo, son seis los videntes. Estando ya más cercanos a conocer los resultados de la última comisión vaticana que ha estudiado el caso, aún algunos vaticinan la negativa de la Iglesia a aceptar las apariciones como verdaderas. Pero para mí, es tan fuerte la hipótesis negativa de este caso, que descarto completamente que la conclusión sea "consta de no sobrenaturalidad", pues estaríamos obligados a encontrar respuestas para preguntas como estas: ¿cómo se las ingenian seis personas para mantener una mentira tal durante más de treinta años? ¿porqué seis niños se inventaron semenjante historia y cómo sobrellevaron la presión de los mayores y especialmente de las autoridades del régimen comunista? ¿cómo se explican los milagros ocurridos y los miles de testimonios? ¿qué pasa con las pruebas científicas realizadas a los videntes en el transcurso de las apariciones? ¿cómo rechazar en este caso concreto las palabras "por sus frutos los conoceréis", después de los torrentes de conversiones surgidos a lo largo de estos años?
Varias de las pruebas científicas a las que se han sometido los videntes en varias ocasiones,
en el transcurso de las apariciones.
en el transcurso de las apariciones.
Por supuesto que el fenómeno Medjugorje no es fácil, y, como en otra casos, nos podemos hacer mil preguntas de difícil respuesta, pero debemos poner todo sobre la mesa, y aceptar algo común en todas las apariciones/revelaciones: el sujeto de las mismas puede mezclar en el contenido de lo revelado determinadas apreciaciones, matices o palabras, que no tienen porqué ajustarse fielmente a lo trasmitido por la aparición, y que responden más bien a condicionantes subjetivos del individuo, sin que ello invalide el fenómeno como tal.
Así, sin ir más lejos, en la aparición de Fátima, aprobada por la Iglesia, cuesta trabajo aceptar las palabras de la Virgen al ser preguntada por los videntes sobre el destino del alma de una vecina joven que había fallecido. La muchacha, de unos 18 años, tendría que estar en el purgatorio "hasta el fin del mundo"¡!
Por lo tanto, pienso que, más que desmenuzar todas y cada una de las declaraciones de los videntes de Medjugorje para intentar encontrar "el fallo", es más sencillo pensar que la hipótesis negativa es mucho más difícil de mantener que la positiva. Además, ¿porqué no podría Dios querer que la Madre de todos ejerciese como tal de esta manera? ¿Por qué, por ejemplo, se pone como obstáculo el hecho de que algunos videntes tengan apariciones diarias? ¿Tan raro es que una madre tenga empeño en ver a su hijo todos los días?
En fin, me temo que el término recién acuñado (hipótesis negativa) lo vais a encontrar en muchas otras entradas del blog, pues a mí me ha servido muchas veces para aclarar un poco las ideas... Y espero que a vosotros también...
Aunque una cosa está clara: por muchos argumentos tesis e hipótesis que se nos den, de nada sirven si nos empeñamos en mirar para otro lado. A fin de cuentas somos libres para creer o no ¿verdad?
Hasta la próxima y gracias por pasar por aquí.