jueves, 6 de noviembre de 2014

Tiempos de ébola: entrevista a Germán Moreno López, hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

      

               GERMÁN MORENO LÓPEZ

     Son tiempos difíciles. Occidente empieza a ser consciente de que hay una enfermedad que se contagia fácilmente y con una alta tasa de mortalidad. Su nombre, conocido desde hace décadas, no había hecho apenas más ruido que esas otras noticias que nos llegan de lejos, y casi siempre del continente africano: ébola, hambruna, violaciones de derechos, dictaduras, guerras...  Infiernos que nos parecen de tiempos pasados o incluso de película, pues ya somos insensibles a todo. Ni los periódicos antes, ni la televisión después, ni tan siquiera el riguroso directo de hoy con las tecnologías digitales... nada ha movido apenas a un porcentaje significativo de la población occidental a hacer algo realmente digno para intentar erradicar la miseria y el terror de estos países. Y no digamos ya las autoridades y gobiernos.
    Ahora sí. Empieza a haber miedo. Sabedores de los déficits presupuestarios y formativos de los profesionales que deben vigilar la epidemia, los países ricos se ponen nerviosos cuando el virus empieza a tener presencia en poblaciones que estaban libres de la enfermedad. Y comienzan las reuniones urgentes, los congresos acelerados, y se activan mil y un protocolos en los que, atropelladamente, a veces se plantean disparates. 



     Dentro de estas medidas, se pone en entredicho la "necesidad" de repatriar a los voluntarios que han acudido a socorrer a estas personas de carne y hueso como nosotros, y que han tenido la desgracia de contraer la enfermedad. En este punto quiero ser sensato, y aunque me cueste, si es cierto que occidente no está preparado realmente, tal vez habría que considerar este extremo como un "supuesto razonable", ya que poner en peligro la salud de todo un país no es un asunto baladí. 

     Pero claro, yo me pregunto: ¿es que realmente un país como España no puede permitirse cuidar a un enfermo como los misioneros Miguel Pajares y Miguel García Viejo con un 100% de seguridad? ¿Por qué? ¿Acaso no se hacen inversiones milmillonarias para cualquier tipo de evento deportivo o de carácter presupuestario en las que no parece tan claro que el fin lo merezca? ¿Y lo que nos roban los políticos, las instituciones, etc. y que casi todos nos dejamos robar por nuestro poco coraje y determinación a la hora de exigirnos unos gobernantes decentes?
     Y ahora... a quienes dan la vida por los otros... ¿los dejamos fuera por miedo al contagio? ¿sin más? Puestos ya, cortemos el cable directamente con África: nada de aviones, barcos, ferrys, y a hundir lanchas de inmigrantes cuando las veamos asomar, por si acaso. Dejemos en cuarentena (pero de 40 años) al continente entero y ya volveremos al término a ver cómo les ha ido...

     En este contexto de desorden, en primer lugar de índole moral, vengo a reivindicar la figura del misionero, y concretamente me vuelco especialmente en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a la que pertenecían estos dos religiosos fallecidos en su lucha por contener la enfermedad y socorrer al enfermo. Institución ésta que tanto ha hecho en favor de los necesitados siguiendo sus principios como orden religiosa, y que simplemente ha querido llevar la Luz y la Misericordia a los más débiles.



      Tengo la suerte de conocer a German Moreno, hermano de la orden y con el que coincido todos los veranos por unos días en la localidad de Salobreña. Allí pude entrevistarle el pasado mes de agosto, apenas unos días después de fallecido el sacerdote Miguel Pajares; en los preludios de la entrevista, me comentaba al respecto:
      "Estaba yo con el provincial  (de la orden), hablando con él de cosas intranscendentes cuando de repente recibe un correo electrónico del hermano Miguel Pajares (...) sería el 27 ó 28 de julio. El correo decía que estaban cuidando al hermano Patrick, un hermano africano que era el gerente del hospital San José de Monrovia y al que yo recibí con 16 ó 17 años cuando entró en la orden, en el año 1978. Al parecer comenzó a tener fiebre y este hermano estaba siendo atendido por Miguel Pajares, el cual se encontraba perfectamente. A los tres días recibimos otro correo diciendo que se le había diagnosticado ébola, había dado positivo. Y a los tres días murió.
     A los dos días siguientes se recibió otro correo informando que el padre Miguel Pajares tenía fiebre y malestar. A continuación se le diagnosticó ébola y fue trasladado a España, la evolución parecía favorable... pero ya has visto. 
    El ébola es un virus que ataca el endotelio de las venas principalmente. Es muy resistente, entre otras cosas, porque hasta ahora no se le ha dado importancia ("como está en manos de los pobres..."); se descubre le ébola en el año 76, y se encuentra en monos y murciélagos, y todos los años por estas fechas aparecen casos, hasta que este año la cosa se ha puesto más fea, y cuando la gente ha visto que esto puede venir a Europa, porque hay mucho movimiento de personas, ya por primera vez, empezando por los americanos, se quieren tomar medidas..."


     Nos suena esto de algo ¿verdad?, no es muy diferente de mi análisis inicial.
     Bueno, pues lo cierto es que con esta introducción comencé la entrevista que ahora os expongo íntegramente, todo en una calurosa tarde de agosto, en el piso que Germán comparte con sus hermanos (de sangre), uno de ellos discapacitado. Con la brisa de la costa, y un delicioso sorbete de mango preparado por él mismo, comencé mis preguntas: os dejo con ellas y con sus respuestas.


     Para empezar, cuéntame qué tareas desempeñas en la orden de san Juan de Dios. ¿ Cuál es tu función?
     Bueno, yo entré en la orden con 15 ó 16 años y he pasado, digamos, por muchas situaciones en mi vocación como religioso de San Juan de Dios. He pasado por hospitales de psiquiatría, hospitales generales, hospitales de niños, centros de formación, pasé cerca de 6 años en África en un hospital del Camerún (cerca de la zona endémica que aparece hoy de forma rutinaria marcada con el ébola)... Y después he tenido responsabilidades como superior en el hospital San Juan de Dios en Córdoba y en Alcalá de Guadaira. Actualmente llevo 4 ó 5 años trabajando en unos proyectos de la provincia bética de San Juan de Dios en la promoción de centros especiales de empleo. Concretamente hace diez años empezamos a hacer un centro especial de empleo, una lavandería industrial; como bien sabes, los centros especiales de empleo se caracterizan por ser centros laborales de trabajo donde las personas tienen que tener una discapacidad reconocida como mínimo de un 33%. En esta lavandería industrial de Alcalá de Guadaira lavamos las ropas de los hospitales de la orden hospitalaria de San Juan de Dios de toda Andalucía, concretamente seis.

   Actualmente estoy en Cienpozuelos, en el hospital psiquiátrico de San Juan de Dios, el más grande de España, con 1100 enfermos, donde a pesar del número de enfermos no podemos hablar de masificación. Es un centro que ha sido pionero en los tratamientos psiquiátricos, generalmente crónicos y gravemente afectados y profundos. Muchas veces, vienen enfermos rechazados de muchísimos centros donde les es imposible atenderlos por falta de medios; nuestro hospital es tan grande, que nos permite que cada enfermo tenga su ubicación específica dentro de una ciudad sanitaria, podríamos decir, de forma que no están mezclados los esquizofrénicos con los paranoicos, ni los ancianos con los jóvenes, sino que cada uno está ubicado en su sitio. 

   Mi trabajo en estos últimos 4 años ha sido promocionar los centros especiales de empleo. Hemos abierto otro centro especial de empleo donde están trabajando 42 personas discapacitadas en Cienpozuelos, una lavandería industrial donde atendemos un hospital en Carabanchel, otro en Madrid, y el hospital nuestro de Cienpozuelos. Estoy empezando a actuar en otros proyectos de otros centros, entre ellos uno dedicado a jardinería para los hospitales de San Juan de Dios en Sevilla, Alcalá de Guadaira y Bormujos. 


     Has comentado que tu vocación surgió con 16 años, una edad muy temprana, o al menos así sería visto en la sociedad actual  ¿Cuándo sentiste claramente tu vocación?
    Bueno, yo he vivido en un entorno familiar bastante religioso, incluso tengo un hermano carmelita que lleva 50 años de misionero en Venezuela, habiendo pasado por los suburbios más difíciles. Hablando de mí, en mi familia hemos tenido tres hermanos deficientes que siempre han vivido en nuestra casa, para nosotros han sido como uno más. Mi padre era muy religioso, al igual que mi madre, sin hablar de beatería; no era una persona beata sino profundamente religiosa, y los valores cristianos los he mamado desde chiquitito. 
     En una ocasión un amigo pasó por Cienpozuelos y conoció la orden de San Juan de Dios, lo que me influenció de alguna manera. En los años 63-64 vinieron los hermanos de San Juan de Dios recogiendo trigo por las eras de Churriana de la Vega, que es mi pueblo, en Granada; iban recogiendo trigo para darle de comer a los niños de San Rafael, y tomé contacto con ellos. No se puede decir que tenía vocación religiosa con 15 años, edad en la que se tiene muchos pájaros en la cabeza. Con 15 años a mí me gustaban las chicas y me hacía mis ilusiones también, pero tuve la experiencia de poder pasar por el centro de San Juan de Dios de Cienpozuelos, y durante los dos primeros años tuve la ocasión de ver si efectivamente era una apetencia mía o era vocación. Ahí se inician mis primeros pasos de mi vocación religiosa.



     De alguna forma, el verte involucrado en este tipo de tareas pudo definir tu vocación religiosa, pero ¿nunca te has sentido llamado al sacerdocio?
     No, la vocación de sacerdote no ha sido mi caso. Cuando efectivamente yo llegúe a Cienpozuelos, vi a los enfermos y vi cómo trataban los hermanos a los enfermos, comprendí que a mí aquello me llenaba mucho, llenaba mi vida, y compaginaba mis estudios con mi formación religiosa y con mi conocimiento de la orden hospitalaria de San Juan de Dios.
    Allí pasé dos años y despúes vino un período de noviciado de dos años y fui trasladado al hospital psiquiátrico de San Juan de Dios en Casabermeja, Málaga, dos años intensos para profundizar en los valores de la orden hospitalaria y en el conocimiento de la vida religiosa. Y es ahí donde verdaderamente uno va sintiendo que Dios le llama por ese camino. 
¿Con quince años tenía vocación? Puedo decir que tal y como la siento ahora, no. ¿Me atraía atender a los enfermos, dedicarme a ellos, no sentir repugnacia a pesar de ver personas muy deformadas? Todo eso me hacía quererlos más, me atraía, llenaba mi vida.


     Desgraciadamente, es en momentos de trágicas noticias, como la de ahora del ébola y la muerte de algunos de tus hermanos, en los que se pone de manifiesto la tremenda labor de tantos y tantos que, dentro de la Iglesia Católica, ofrecen su vida por los más necesitados. ¿No crees que es necesario, como un testimonio que invite a la conversión de nuestras sociedades desarrolladas, que se dé a conocer expresamente tanta entrega y esfuerzo?
        Has tocado un punto del que Siempre nos hemos quejado los hermanos de la orden de San Juan de Dios, y es que por nuestra formación y dedicación, no hemos sido capaces de "vender" ni "hacer marketing" de nuestra labor; simplemente nos conocen muy bien las personas que nos tratan, los familiares de los enfermos, pero no nos dedicamos a comunicarlo. También te digo, hablando del ébola: los hermanos de San Juan de Dios, a diferencia de otros religiosos, tenemos un voto más. Los religiosos hacen tres votos (pobreza, castidad y obediencia), y nosotros hacemos otro voto que es el de hospitalidad, el cual nos obliga, incluso con riesgo de la propia vida, a atender a las personas enfermas. De hecho en la historia de la orden de San Juan de Dios, que tiene cuatro siglos y medio, han muerto muchísimos hermanos en epidemias, y ahora lo que hemos visto en Liberia donde han muerto tres hermanos, no es una excepción; los tres son de la misma comunidad, pero no debemos olvidarnos que allí en el hospital había enfermeros, médicos, auxiliares, limpiadores, que también han sufrido esta lacra, y que también efectivamente han sido un testimonio en su dedicación en este problema. Actualmente se está formado un equipo para trasladarse nuevamente a Monrovia para abrir ese hospital que actualmente está cerrado porque es un foco de infección.
    Ahora tendrá que venir un equipo especializado, desinfectar todo el hospital, y abrirlo, no por el ébola, sino por las miles de personas que tienen necesidad de ir allí por los partos, los traumatismos, las hernias, y las distintas actividades que se desarrollan en un hospital, sobre todo las urgencias. Pero los hermanos ahí están, que a pesar de los pocos que somos en la orden hospitalaria de San Juan de Dios, es quizá ahora cuando la orden esté viviendo un esplendor más grande. ¿Porqué ? por que ante la falta de vocaciones la orden hospitalaria de San Juan de Dios ha hecho un esfuerzo muy grande para que las personas que captamos en los puestos directivos sean también portadores de los valores de la orden hospitalaria de San Juan de Dios. De hecho, cuando yo ingresé en Cienpozuelos había 70 empleados y 100 hermanos, ahora somos 5 hermanos y 700 empleados, y de esos 5 hermanos, cuatro están jubilados. Por tanto, la misión de los hermanos no es tanto el acompañar a los enfermos sino el trasmitir los valores de la orden hospitalaria de San Juan de Dios a todos los que trabajan allí: voluntarios, bienhechores y trabajadores.



     En la sociedad actual, mantener unas convicciones ateas desde la postura cómoda y aséptica del bienestar que tanto adoramos, puede ser muy fácil. Pero entrar de lleno en el dolor del enfermo, entrar en contacto directo con sus miedos, sus angustias o sus delirios de forma plena y desinteresada , necesita de un valor y una renuncia que nuestras comodidades no conocen. En toda esa entrega ¿qué papel activo tiene Jesucristo? 
     Yo creo que hoy es muy difícil tratar de vivir la vida religiosa desde los valores del Evangelio, porque estamos sometidos a unos avatares externos (a través de la televisión, los medios de comunicación...), por lo que sólo se puede vivir la vida religiosa con una convicción profunda a través de ese Ser que es Jesucristo, que nos impulsa a dar ese testimonio. ¿Problema grave? Lo he comentado antes: cuando me hablan de la falta de vocaciones y religiosidad, hay muchos componentes (familiares, sociales, educativos). Hoy día, por principio, tiene que haber menos religiosos porque hay menos niños. En mi caso somos ocho hermanos de los cuales dos somos religiosos, pero es que en mi familia hemos llegado a contar 28 ó 30 religiosos; pero claro, mi padre tenía 11 hermanos, mi madre tenía 10 hermanos, mis abuelos también tenían 10 ó 12, y claro, de 10 ó 12 es más fácil que salga uno, pero donde hay uno o dos, entre otras cosas esa familia no quiere desprenderse de esa persona para ponerla al servicio de Dios.


     ¿Cual sería tu análisis global sobre la distribución de la riqueza y el bienestar mundial? ¿Hay signos de esperanza y progreso? ¿Se podrá erradicar el hambre y cubrir necesidades básicas en un futuro a medio plazo? 
     Soy de los que piensa que hay suficiente riqueza para todos, pero la redistribución supondrá una revolución que no puede venir acompañada de sangre y guerras, sino que tiene que ser una revolución desde el punto de vista personal, donde se acepte a la persona que uno tiene al lado como hermano, y donde las necesidades de los que viven lejos de nosotros las sintamos como propias. Eso conlleva una revolución personal muy grande, donde tienen que aparecer nuevamente los valores espirituales que hoy están dormidos; y digo dormidos porque hay mucha gente (lo veo por las personas que pasan por nuestros hospitales y centros), que a veces necesitan de una enfermedad, aunque nadie la quiera, para que se vean con la necesidad de Dios. La enfermedad en sí no es buena, pero puede servir a las personas para hacerlos buenos. La enfermedad no la quiere Dios, de hecho Él se dedicó a curar a los enfermos, pero muchas veces hace que las personas vean las cosas desde otro prisma, desde el punto de vista de la Fe. Pero esto lo veo muy difícil, porque tiene que cambiar mucho la sociedad, el concepto del reparto de bienes no puede venir desde una revolución exterior sino desde una revolución interior.


     No es difícil darnos cuenta de que en términos generales, todos estamos anestesiados en nuestra comodidad (una cosa es "compartir" una noticia en fb y otra distinta es que se dé el paso individual de colaborar aunque sea con una cantidad muy modesta) ¿qué opinión te merece el papel del Papa Francisco en esa concienciación tan necesaria para que todos nos involucremos en la caridad hacia el necesitado? 
     Para mí el Papa Francisco es el enviado de Dios en este momento para dar ese paso cualitativo a la hora de acoger al hermano que tenemos al lado. Ayer mismo le hicieron una entrevista en la que pedían su opinión sobre los bombardeos que está realizando Estados Unidos en el norte de Irak, y él decía que, efectivamente, las autoridades del mundo tienen la obligación de rechazar el mal e impedir que se cometa; otra cosa  sería ver qué métodos se emplean para ello. El Papa para mí es primordial, continuamente nos cuestiona, como cuando afirma abiertamente que la misma Iglesia puede ser un ejemplo de antitestimonio si no es verdadera; cuando hay religiosos que viven como ricos, eso es un antitestimonio. Veo que el papa Francisco está a un nivel popular muy grande, hablándole al mundo sobre lo que hay que hacer, no solamente desde el punto de vista cristiano, sino humano, pues los que no creen, tienen obligación de ayudar a los demás, precisamente por ser humanos, y lo hace en un lenguaje muy sencillo y muy comprensible, para que precisamente los ricos, los intelectuales y todos, sepan claramente cuál es el mensaje del Evangelio sin entrar en grandes y altas disquisiciones teológicas. Cuando dice que hay que oler a los enfermos, no hace falta explicarlo, hace falta estar al lado para que llegue el olor.


     Una última cuestión Germán. ¿Acabaremos reaccionando a tiempo y llegará a verse esa revolución personal?¿hay esperanza en el futuro, en los jóvenes?
     Yo pienso que hay que rezar mucho y actuar también conforme a la fe que cada uno está viviendo. Vemos cómo hay personas  muy comprometidas desde el punto de vista personal que arrastran multitudes precisamente por ese compromiso, y no pasan inadvertidas por los demás. El futuro pasa por esa revolución que he comentado. Hay muchísima gente que se compromete pero con fecha de caducidad, como pasa hoy en día con tantos valores cristianos puestos en entredicho (como la fidelidad en el matrimonio a largo plazo). Es fácil decir "los frailes viven muy bien", pero sin embargo nadie se mete a fraile.
En concreto, la orden hospitalaria está pasando por una crisis vocacional muy grave en toda la zona europea y América, sin embargo están apareciendo muchas vocaciones en Asia (India, Vietnam...). No sé si en el futuro tendrán que venir a evangelizar precisamente a lo que ha sido la cuna de la cristiandad.

    Pues eso es todo Germán. No queda más que agradecerte tu tiempo y tu testimonio, lo que es mucho en estos tiempos tan difíciles. ¡Ah! Y gracias por el delicioso sorbete de mango...


miércoles, 24 de septiembre de 2014

Aborto y Gallardón




     Hoy es un día triste. Ya mascábamos hace unos días la tragedia que veíamos venir desde hace meses. Las esperanzas abiertas con la reforma de la ley del aborto suponían la posibilidad de entrar en un punto de inflexión en las determinaciones legales que fundamentan las políticas relativas a la concepción. Con la reforma se hubiesen establecido unas bases de protección de la vida y se hubiesen minado los principios nazis que hoy permiten catalogar a un ser humano como inservible por el simple hecho de presentar alguna minusvalía durante su formación en el seno de su madre.


     Ya hace unos días conocíamos lo que en la práctica se iba haciendo evidente con el paso del tiempo desde la llegada del Pp al poder: la determinación de retirar el proyecto de reforma para no poner en riesgo la "cohesión social", y ya de paso, intentar no perder muchos votos. El mío ya lo perdieron hace mucho tiempo, entre otras cosas por su ambigüedad e hipocresía con este y otros temas, amén de la abrumadora ola de corrupción entre sus filas e incluso una deficiente gestión con los temas económicos (que parece que son lo único que hoy nos importa).




      Sin embargo, hoy se ha dado a conocer de forma masiva en los medios la dimisión del ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón, y lo que podría haber sido un momento de luz dentro de este caos de muerte y cobardía, para mí ha resultado ser un completo fiasco en la persona de este renombrado político. No me cabe duda de que en su planteamiento interior ha debido tener un fundamento moral importante el mantener una postura favorable a la vida y por lo tanto antiabortista, pero los argumentos esgrimidos en su dimisión se han revestido una de premeditada blandura en forma de palmadita suave al Partido Popular, que a mi entender resulta vomitiva. 
     Preciosa oportunidad perdida para simplemente, dar a conocer su convicciones internas, motor fundamental de su empeño por sacar adelante esta ley, y disipar así cualquier duda sobre la inmoralidad del aborto. Haberse visto abandonado en este digno y necesario desempeño aunque sea con una leve desautorización por su partido, es motivo más que suficiente para hacer lo que ha hecho, pero al menos, dígalo claramente usted y deje de echar capotes a los que le han traicionado. En cambio, se autoculpa de "no haber cumplido con este encargo que me hizo el gobierno...". Pero ¿qué está usted diciendo Sr. Alberto? ¿Se quema usted por esta causa y encima le sacude la caspa a los cobardes que no le han secundado en esta lucha? ¿Le quita usted hierro al asunto y encima le echa flores a su presidente, el máximo responsable de esta cobarde retirada? ¿Por qué? ¿A qué le tiene usted miedo?
    Líbreme Dios de juzgarle como persona, pero sí le digo que me resulta incompatible una lucha "gallarda" con una retirada que a la postre ha resultado ser más blanda que superñoño. No tire usted por la borda el trabajo desarrollado en estos meses. Sabíamos que iba a encontrar mucha oposición dentro de sus filas, pues el Pp naufraga desde hace mucho en aguas nausebundas, pero, ya que toca salir, hágalo con dignidad, y aproveche la oportunidad para dejar el listón bien alto y la sombra del descrédito flotando sobre los responsables de esta broma macabra. Pocas veces se le presentará una oportunidad como ésta para hacer aflorar la verdad con voz clara: el derecho a la vida es sagrado y está por encima de todos los demás.


     Reflexionemos sobre esto, para que, cuando nos toque a nosotros, no nos pase lo mismo. Ya basta de actitudes de avestruz mirando para otro lado o haciendo oídos sordos a los gritos de los que quieren defender la vida. Los abortados no pueden hacerlo, pero cada año, en este país 100.000 niños elevan este grito sordo sobre nuestras conciencias. Y esto, en nuestra España democrática y moderna. Así nos va.



"La maternidad debe estar protegida y apoyada.
Promoveremos una ley de protección de la maternidad 
con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas,
especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad.
Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad.
Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto
para reforzar la protección del derecho a la vida,
así como de las menores"
 Programa electoral del Pp, pag. 108                

domingo, 7 de septiembre de 2014

S.O.S. Iraq: nuestra indiferencia nos convierte en cómplices. Accionesconcretas para ayudar



     "Hemos perdido la ciudad de Queragosh (Quaraqosh). Cayó en manos de ISIS y sistemáticamente están decapitando niños. Esta es la ciudad en la que hemos estado llevando alimentos de contrabando.
     ISIS ha hecho retroceder a Peshmerga (fuerzas Kurdas) como a 10 minutos de donde nuestro equipo de CRI trabaja. Miles más volaron en la ciudad de Erbil. Las UN evacuaron a su personal de Erbil. Nuestro equipo está inmovilizado y se quedará. Necesitamos cobertura de oración.

Para mayor información esto está ocurriendo al Norte de Irak:

1) ISIS ha tomado la ciudad cristiana más grande. Quaraqosh. Los residentes huyen. 
2) El Iraquí MP se desborda en lágrimas suplicando al Parlamento que salven a los Yazidis del Genocidio.



Por favor orar sinceramente para la liberación de la gente en Irak del norte del terrible avance del ISIS y sus metas extremistas: las conversiones masivas o la muerte de los cristianos por toda la región.
Por favor no ignorar este correo y no lo reenvíe antes de haber orado por esto.
Envíelo a tantas personas pueda.
Envíelo a sus amigos y cristianos que conozca. Envíelo a su grupo de oración, a su Pastor o Sacerdote y que pidan oración por esta situación en el servicio del domingo.
Necesitamos orar mucho, si tienen grupos de oración reenvienlo por favor, para que hagamos cadena "


      Estás  son palabras  recibidas el día 3 de septiembre de Sean Malone, trabajador de la organización CRI (Crisis Relief International), en un intento desesperado de obtener ayuda y consolación de sus hermanos cristianos. Operando en Iraq como una forma más de ayuda humanitaria, CRI se convierte en testigo de la aniquilación que asola esta zona. Pero la cosa ya viene de lejos...


     La palabra mártir ocupa últimamente un doloroso lugar en el mundo cristiano. Sometidos a acosos, amenazas, atentados, humillaciones, la situación se ha vuelto particularmente dramática en muchas partes del mundo desde hace bastantes meses, pero no se conocía en décadas una barbarie tan tremenda como la que se está viviendo en Iraq.


     Hace unos días, un numeroso grupo de ciudadanos de bien, la mayoría católicos practicantes, se daban cita en Madrid ante la embajada de Iraq, en una cadena de oración por los cristianos perseguidos en la zona norte de este país. El Papa Francisco ha convocado una jornada de oración y ayuno para hoy, día 7 de septiembre, y después de haber recibido el reporte de su enviado especial a las zonas limítrofes con la ocupación de Isis, ha manifestado su intención de intervenir personalmente en el asunto si los signos no cambian a mejor. 
     Y es que la situación se está convirtiendo en desesperada. Amenazados desde hace semanas por el movimiento yihadista, a nuestros hermanos cristianos de esta parte del mundo se le dieron tres opciones: convertirse al islam, pagar un impuesto mensual de unos 400 dólares al mes (imposible para casi ninguno de ellos) por no hacerlo, o huir del país antes de ser asesinados. Así de radical.



      De hecho, empezaron a marcar las casas de los cristianos con la letra N del alfabeto árabe, significando "nazareno", que es el término despectivo utilizado por estos extremistas para llamar a los cristianos. Esto dio lugar a un movimiento en las redes sociales y en distintos medios y círculos dentro del mismo Iraq llamado "yo también soy nazareno", como una forma de protesta y sensibilización con estos perseguidos, y que también ha costado la vida a muchos de los que la han secundado. Como el profesor universitario musulmán Mahmoud Al'Asali, que trabajaba en la Universidad de Mosul, y que tuvo el valor de denunciar estos atropellos que, según su opinión, van en contra de los preceptos del Islam, un gesto que pagó con su vida.


     Desde entonces, apenas unas semanas han bastado para que nos inunden imágenes de miles de personas huyendo con lo puesto, niños degollados, periodistas y otros muchos decapitados, y una sinfín de barbaridades propias de épocas que ya quisiéramos haber olvidado...


      Occidente y las pocas autoridades en las zonas devastadas reaccionan tarde, y mientras tanto miles de cristianos, personas normales que llevan una vida normal, se ven en la encrucijada y tienen que elegir... y muchos de ellos eligen a Cristo entregándose, no sin tremendo pavor, a la acción criminal y terrible de esta gentuza. Estos son nuestro mártires, gente corriente que, lejos de fanatismos religiosos, eligen morir antes que negar a su Dios; un Dios que sufre con el dolor de estos sus hijos, y que tal vez esté permitiendo esta barbarie para que que nosotros, los acomodados, los que estamos ajenos a este horror, despertemos de nuestra indiferencia y nos convirtamos de verdad. ¿Acaso no estará siendo esta una llamada a la conversión, como ya pasó en otros tiempos?

          Me viene en este caso el recuerdo de unas palabras del Papa Benedicto XVI recogidas en la segunda parte de su obra "Jesús de Nazaret", y que viene al pelo:  "La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal. Esta somnolencia es un embotamiento del alma, que no se deja inquietar por el poder del mal en el mundo, por toda la injusticia y el sufrimiento que devastan la tierra. Es una insensibilidad que prefiere ignorar todo eso; se tranquiliza pensando que, en el fondo, no es tan grave, para poder permanecer así en la autocomplacencia de la propia existencia satisfecha."


     Y ¿qué podemos hacer? Cualquier cosa menos pasar página. 

    
     1) Para empezar, no está de más propagar esta noticia, ya que los medios no se ocupan de hacerlo o la camuflan de una forma genérica. Por ejemplo, es curioso que muchas de las llamadas de atención de Amnistía Internacional hablan de este asunto refiriéndolo como "éxodo forzado" o "persecución de minorías", sin hacer jamás mención al asunto de la persecución religiosa, y mucho se cuidan de que no aparezca la palabra "cristiano" en ninguno de sus comunicados respecto a este tema. Aprovechemos pues los medios que tenemos a nuestro alcance para compartir las noticias explícitas sobre este asunto (hoy todos lo hacemos con cualquier chiste que nos manden, difundiéndolo a través del móvil y las redes sociales).

      2) En segundo lugar, firmar las alertas que numerosas organizaciones esparcen por la red con el objetivo de dar a conocer los hechos y, sobretodo, meter presión a las autoridades y gobiernos acomodados. Como por ejemplo la de éste enlace.


          3) Colaborar activamente con aquellos que trabajan ayudando a los pocos que sobreviven o huyen de las ciudades asaltadas. Si nuestro apoyo logístico no es fácil, sí podemos colaborar económicamente con ellos. Os dejo otro enlace.

             4) Para los que tenemos fe: orando por ellos, sobretodo para que Dios les de fuerzas en la hora de la prueba y para que arroje luz sobre tantos que pueden contribuir a cambiar la situación. No se trata de que Dios haga milagros, su máxima es respetar la libertad del hombre aún cuando las consecuencias sean terribles. Pero a través de la oración Él se ve como "ayudado" para poder conmover los corazones de los hombres, única manera de que este cambio se traduzca en acciones concretas que den un vuelco a los hechos. Aunque pueda parecer contradictorio, Dios necesita de esas oraciones, de esas peticiones conmovidas para intervenir e influir más en los actos libres. Es un misterio en el que confluyen el amor, el respeto por nuestra libertad y la Divina Providencia.

    Y sobre todo, no olvidarnos de este genocidio. Debemos tomarlo como un asunto nuestro, personal, y que no se va a arreglar fácilmente con unos cazas americanos. De hecho, puede que esta situación se haga extensiva a otras partes del mundo. Se necesitará mucho diálogo (aunque con estos fanáticos es imposible), al menos con el mundo musulmán más tolerante. Será un trabajo de gobiernos y autoridades religiosas, pero también necesita del apoyo, presión y vigilancia de los ciudadanos; y para los creyentes, este asunto exige moralmente una mayor una implicación.
     
     REINA DE LOS MÁRTIRES

domingo, 25 de mayo de 2014

Un día de campo




    Hace unos días me acordé de tanta gente como hay que experimenta asiduamente la quietud de un buen día de campo.
     La paz que transmite el aire libre de un paraje cualquiera se convierte en un manjar muy demandado en nuestra agitada vida moderna, y son muchos los que buscan la escapada campestre como catarsis para los ajetreos del día a día. Sin embargo, me refería más bien a los que conectan de alguna manera especial con la naturaleza, sintiendo y consintiendo un flujo especial entra ésta y el espíritu cansado de tanto estrés. 
     Y es que es muy fácil sentir en un entorno natural lo cerca que estamos del "suelo", lo mucho que tenemos en común con esa tierra de la que hemos surgido, con esa luz que nos invita a aspirar a algo más, con ese aire que nos llena los pulmones y nos hace sentir mejor. En mi caso, tal vez precisamente por el hecho de vivir en una casa en las afueras, por las circunstancias laborales de mi mujer, y por la interminable tarea de criar niños, se da mucho menos eso de la salida al campo, y cuando hay una, se convierte en una ocasión especial.
    La salida del otro día, además, reunía una serie de circunstancias que no siempre se dan. En primer lugar, el paraje era algo retirado y apenas había gente en los alrededores, por lo que la sensación  de libertad era plena. Bastaba alejarse unos metros de la barbacoa para encontrarse completamente solo y en silencio, apenas escuchando el cantar de los pájaros y la leve brisa que añadía frescor a una temperatura de por sí excelente.  Con esta desconexión, aun de sólo unos minutos, no es raro percibir la fuerza de la Creación de Dios, imaginar cómo fue el mundo en su origen, cuando fue preparado para el hombre y entregado para su pleno disfrute y  provecho. Así, sencillamente y sin complejos, porque además está en perfecta sintonía con todos los descubrimientos científicos (otra cosa es que se pretenda buscar ese enfrentamiento que, repito, no existe). Y claro, es fácil tener sueños de plenitud y experimentar los deseos de algo superior y definitivo que sabemos que nos espera a todos.


      Además, la compañía no podía ser mejor. Ya el hecho de estar la familia al completo y ver a los críos disfrutar del entorno es un gozo, sobre todo por volver a comprobar lo bien que sienta la naturaleza a los sentidos de los niños, demasiado embuídos hoy en día en maquinitas y pantallas. Pero además los compañeros de trabajo de mi esposa, gente sencilla y sana de raíz (algo tan escaso hoy en día), crearon un entorno agradable y hospitalario a rabiar, por lo que el día fue pasando de forma deliciosa dejando un dulce remanso en todos. 


    Es entonces cuando inevitablemente pienso en el Cielo. ¿No será así? ¿No anhelamos todos la presencia de nuestra gente querida y el disfrute con ellos de un entorno así? Pero además estaremos colmados, no echaremos nada en falta, como ocurre ahora, donde siempre nos faltan algunos y donde palpamos la obra, pero añoramos al Creador.
     Tampoco tendremos las limitaciones de nuestra vida mortal, pues el día fue estupendo, pero las necesidades básicas siempre estaban al acecho. Fue bueno poder calmar la sed, el hambre, resguardarnos del sol bajo las sombras, suplir los anhelos más secretos jugando con los niños.... pero será aún mejor cuando no estemos sometidos al dominio del cuerpo, cuando no temamos que se eche la noche encima porque nada malo podrá pasarnos, cuando ninguna tormenta pasajera pueda amedrentarnos. 
    Así lo imagino y lo espero, y mientras tanto, experimento un día aquel con una mirada sobrenatural que me hace saborear un pequeño anticipo de lo que será la otra vida. Como un regalo, no por nuestros méritos, sino por la Misericordia de Dios. Y repito, con sencillez y sin complejos. Así es nuestra fe.