domingo, 11 de agosto de 2024

No escribas punto y final donde Dios ha escrito una coma.

(c) foto Manolo.dj

     Hace tiempo que debo esta entrada al amigo Antonio. La vida es como es y hace tiempo que no nos vemos, pero hubo una tarde en la que, estando en casa, nos hizo saber de unas publicaciones de audio llamadas “10 minutos con Jesús”. A través de cualquier buscador, WhatsApp, en YouTube, o directamente en la app llamada así, cada día un sacerdote hace una breve reflexión que parte de cualquiera situación cotidiana, en la vida ordinaria o tomada de cualquier noticiario, y la desarrolla haciendo alguna referencia al evangelio correspondiente a esa jornada.
     La reflexión de aquel día partía con un hecho ciertamente llamativo (aunque no aislado), compartiendo la manifestación pública de un terrorista de ETA que había confesado su arrepentimiento por los crímenes cometidos, y recuerdo que realmente me impactó. Desde entonces soy asiduo a la bendita app, suelo iniciar el día escuchando esos “10 minutos”, y entre los distintos sacerdotes que se van turnando, poco a poco empiezas a tener tus “favoritos”, aquellos con los que simpatizas más. 
     Los detalles sobre estos locutores van fluyendo poco a poco, de manera indirecta, pues no se centran en ellos mismos; pero entre estos “ignotos” (cariñosamente así se hacen llamar), uno de ellos tiene una gracia y un salero conmovedores, y es que la salud espiritual católica está siempre revestida de un gran sentido del humor. Lo que más me identifica con él es que somos paisanos, pues su acento granaíno es inconfundible, además de haber hablado en alguna ocasión sobre nuestra ciudad. Y de alguna manera sabía que llegaría un día en el que uno de sus “audios” me haría coger la tablet y empezar a escribir para dar a conocer esta bella obra de los “10 minutos”.
     El audio que nos trae hoy el ignoto granaíno versa sobre la esperanza, sobre la necesidad de recordar tantas obras prodigiosas llevadas a cabo por la poderosa mano de Dios; pues bien sabe Él que algunos días arrastramos cruces realmente dolorosas, aplastantes, momentos en los que no sabemos ver más allá ni el siguiente cuarto de hora…
     Ni que decir tiene que todos hemos pasado por momentos así, y el espíritu se resiente y se llega a compartir aquella soledad en el Calvario que al mismo Cristo le llevó a decir “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?…”. A veces estas cruces son muy visibles, son hechos palpables a la vista de todos: pero en ocasiones las cruces son portadas de forma silenciosa, por que provienen de temas delicados, porque no ha llegado el momento de hacerlas conocer a otros, porque aparecen de repente y necesitamos días para afrontarlas en intimidad. Y esas cruces, muchas veces, son las más duras.
     Por eso el Espíritu Santo anima a sus pastores a llevar la esperanza a todos los rincones, sabedor de que hay momentos en que necesitamos Su Aliento de Vida, como cuando flotaba sobre las aguas en los primeros instantes de la Creación. Hoy su Fuego llega a través de estos deliciosos “10 minutos”, conmovedores como tantos otros, pero revestidos igualmente de un precioso humor que te arrancará una sonrisa al mismo tiempo que las lágrimas. Así es nuestra fe, nuestro caminar por esta tierra, a la espera del Encuentro. 

     Así que sin más rodeos os dejo el enlace y os recomiendo vivamente no dejar pasar estas perlas del Reino.





     Gracias queridos ignotos por esa constancia diaria en llevar luz a las almas. Gracias Antonio por este regalo inolvidable. Gracias Señor, por tanto, en medio de todo lo que haya de llegar…




sábado, 28 de mayo de 2022

Broken Mary: María Rota.





     En cuanto vi el título intuí todo lo demás. María, madre de todos desde los pies de la Cruz, acabó adquiriendo esta advocación hace unos años en Chicago, donde una pequeña comunidad católica venera esta imagen desde hace unos años.
     La historia se recoge en el precioso testimonio que se adjunta a continuación, donde se narra el suceso acontecido a Kevin Mattheus, un católico poco practicante que, abocado a una enfermedad incurable y en medio de una gran tibieza espiritual, “se encontró” con una estatua muy deteriorada de la Virgen María en una tienda de flores. La compró, la llevó a reparar, pero finalmente se desmoronó admitiendo que él estaba bastante más roto que esta preciosa figura. Recomiendo entrar en el video que se incluye al final para escuchar este testimonio.



     Y lo cierto es que, aunque no conocía a esta conmovedora Broken Mary, pronto caí en la cuenta de que todos estamos rotos, en mayor o menor medida, lo admitamos o no. A veces el peso de nuestro quebranto se hace muy difícil de llevar, y Kevin encontró en su Broken Mary el antídoto para vencer la desgana y levantarse a plomo, pese al dolor, para darle otro sentido a las cruces que nos rodean. Comenzó a rezarle el rosario y se fue acercando a la Iglesia, y comenzó a animar a muchas personas a hacer lo mismo. Paseó su María Rota por cárceles, hospitales, centros de acogida, organizó rosarios y encuentros parroquiales, y recientemente incluso organizó una procesión por las calles de Chicago, hasta el punto de publicar un libro contando su historia por la fama internacional que está llegando a alcanzar esta advocación mariana.

María Rota, procesionada por las calles de Chicago.

     Broken Mary es la compañera de tantos corazones rotos en los que podemos identificarnos. Rotos por el dolor de la enfermedad, por la pérdida de un ser querido, por la desgracia más obvia que proviene de una ruina o de una guerra. Pero también está roto aquel que ha sido abusado, o aquel que no ha recibido en casa todo el amor que debe manar en un hogar. Roto está el cónyuge abandonado o engañado, o aquel que no sabe cómo afrontar un matrimonio que se deteriora. También se rompe el corazón de quien se sabe responsable de un daño y es incapaz de dar el paso para buscar soluciones, o aquel que espera el perdón de un hermano que lo reniega. Roto está el empresario traicionado, el obrero engañado, la madre que se enfrenta a una evidente falta de entendimiento con sus hijos, o el padre que encontrándose en medio de disputas familiares, ya no puede hacer más por encontrar puentes de unión. Y en todo esto estamos todos, y me encuentro yo, y te encuentras tú. Incluso en medio de nuestras sonrisas habituales, de nuestra salud rebosante y a pesar de nuestro buen puesto de trabajo… hay días donde solo aflora la nostalgia de una vida mejor, de un entendimiento, de una mano que se tienda y no llega. Y ahí está Ella, tan rota como tú. Mírala, tiene el tronco pegado por la cintura y las manos arrancadas. Rézale y deja que Ella actúe. Tú solo no puedes…




jueves, 23 de julio de 2020

Jorge Nieto: 25 años en ofrenda permanente.

     Me costó trabajo encontrar algunas fotos en el maremagnum de archivos que he ido acrecentando con mi afición a la fotografía. Sin embargo, no me costó ningún esfuerzo recordar el ambiente que se respiraba escuchando esas precisas homilías de Jorge en el fresquito atardecer veraniego, en la urbanización Salomar 2000. Tan solo pretendía captar algo de esa atmósfera, haciendo uso de la poca luz que quedaba y sin dar la nota moviéndome de mi sitio: familias enteras, vecinos, amigos... todos nos dábamos cita para terminar la semana cumpliendo el precepto dominical.



     Podríamos decir que pertenezco a esa clase de “feligrés estival” que se deja caer por Salobreña con la frecuencia anual que marcan las vacaciones. Y este año, como tantos, esperaba ya las misas del padre Jorge con esa alegría que genera, no sólo el encuentro con alguien querido, sino también el ardor interior motivado por sus palabras y temple. Y es que, el carácter afable y cercano de Jorge ha ido dejando a lo largo de los años un firme poso de continuidad, como cuando las cosas no solo se “hacen”, sino que “nacen”.
     Ojo. En esta percepción no solamente me dejo llevar por las sensaciones del trato personal, siempre precedido de la amabilidad y cariño verdaderos, pues alguno podría decir que un cura no sólo debe ser bálsamo, sino también guía, llamada, pastoreo...  Y he aquí que sin duda puedo también dar testimonio del prisma de su vocación, que a mi entender refleja vivamente, nada más y nada menos, que el carácter misericordioso de ese Dios que Jorge tan bien conoce. Claro, los matices de algo tan peculiar como una vocación sacerdotal, no se captan a la primera de cambio, pero tampoco es difícil  percibir esos dones si se tiene un poquito de sensibilidad. Nada mejor para ello que recibir algún sacramento de tan bellas manos, especialmente el de la confesión, en el cual la Gracia divina opera a través de la riqueza personal del sacerdote. Es entonces cuando los diálogos, la distensión motivada por ese “querer estar cerca”, trabajan a una, ofreciendo con ello consuelo y abrazo paternales a los corazones arrepentidos. Yo mismo fui uno de esos agraciados...
     Y añado algo más para no confundir, para que no haya quien piense que este punto de vista sólo procede de una sensiblería desbordada por mi parte. Volviendo a esas ricas homilías que antes mencionaba, siempre he encontrado por parte de Jorge un mensaje claro, coherente, transparente y directo; siempre  maniobrando hábil con la piedra angular que pretende hacernos despertar a una idea clave: Dios se refleja en el prójimo, y no podemos construir una relación sana con Él que no parta del trato generoso con nuestro hermano. Teoría y práctica bien definidas; no podemos decir entonces que le falte a Jorge el carácter profético. 


    Y así, con bella constancia, con la necesaria fidelidad a su ministerio, han llegado los 25 años. Creo que debemos ser próximos en edad, ya algo pasaditos los 40, momento perfecto para hacer balance: conscientes de la plenitud de facultades, pero sabiendo que las cosas no están para dejarse caer de brazos.
      Como feligrés peregrino, no he podido lógicamente vivir sus tareas pastorales en el seno de la comunidad parroquial de Salobreña, pero seguro que los tranquilos parroquianos de este bello pueblo costero podrán añadir mucho en su favor. Y es que creo que este es momento de reconocimiento, de agradecimiento, y sobre todo, de devolver a Jorge un poquito de lo que nos ha ido ofreciendo a todos. Recibe pues nuestro pequeño homenaje como un regalo, seguros de que Jesús también se deleita con los momentos de gozo de Sus muy amados sacerdotes; y tómalo como un consuelo colmado de cariño que venga a sanar un poquito esos difíciles momentos que, sin duda,  también han existido en tu peregrinar al servicio de Dios y de los hombres. 
     Tu ofrenda fiel ha movido montañas, y aunque no es aquí donde se desvelarán los frutos, desde luego... buenas pistas has ido dejando por el camino. 




    Gracias, de corazón Jorge. Y ahora...  ¡a por las bodas de oro!

miércoles, 13 de mayo de 2020

Un 13 de mayo...




     Ya he tenido varias circunstancias especialmente significativas en un 13 de mayo (hoy sin ir mas lejos), pero no toca hablar de mí, sino de María, que se manifestó en Fátima un día como hoy.
     ¿Aquello fue real? ¿Quedan registros escritos fiables, testimonios de calidad? ¿Es cierto que el milagro del sol fue visto por miles de personas, incluso fue fotografiado? ¿Se hizo eco la prensa de aquel fenómeno a nivel incluso internacional?
     Escuché hoy mismo una breve charla donde se ponen de manifiesto los acontecimientos históricos que se vinculan directamente con las palabras de María en aquellas apariciones, y que tuvieron consecuencias en todo el mundo. Creo que lo mejor es, directamente, darle al play... y que cada uno saque sus propias conclusiones....




viernes, 10 de abril de 2020

Lavatorio de los pies.

     Al ser esta Semana Santa la más diferente y atípica que uno pudiera imaginar, internet y tv son la única manera de mantener una cierta presencia de los actos litúrgicos propios de este día. Y fue así, en el seguimiento de una celebración eucarística trasmitida vía youtube desde Roma, que recordé la participación de mi familia en el Jueves Santo de hace dos años.



La cosa fue así:

     El amigo Antonio Angulo, párroco de Peligros (Granada),  frecuenta nuestra casa con regularidad para tomar algún café y charlar un ratillo. Es amigo desde hace bastantes años, muy cercano y de confianza, y desde hace tiempo nos viene pidiendo nuestra participación en algunos actos litúrgicos y/o parroquiales en tiempo de Semana Santa. Llegadas estas fechas sin embargo lo habitual es que nosotros marchemos los días clave a la localidad de Almuñécar, al estar allí parte de la familia durante estos días. El tiempo de solemnidad que le dedicamos al Señor en el Jueves y Viernes Santo, lo solemos pasar allí, y tan solo en ocasiones estamos de regreso en la parroquia de Peligros para celebrar la Resurrección en la noche del sábado al domingo.
     En aquel 2018, sin embargo, su petición de acompañarle se adelantó unas semanas, y poco tuvo que hacer don Antonio para convencernos. Al ser ya la pequeña Marta un poco más mayor, decidimos acompañarle en la eucaristía del jueves, en la que se llevaría a cabo el lavatorio de los pies. A él le hacía ilusión que la familia al completo le acompañásemos en el altar en esta celebración, y para nosotros sería un honor hacerle el gusto en este día tan emotivo.
    Dispuestas así las cosas, tan solo quedaba hacerse presentes el día indicado, es decir, en la celebración de la tarde del Jueves Santo. Una vez personados allí, tan solo debíamos ocupar nuestros sitios en el altar y participar de la celebración. Preparado todo con sumo detalle, pudimos comprobar el grado de entrega de nuestro querido sacerdote y del competente grupo de fieles que le acompañan habitualmente en las tareas pastorales y de acompañamiento en la parroquia. 
    Para nosotros, fue una experiencia familiar preciosa, aunque hubo algún que otro momento de sana tensión porque, como era de esperar, los pequeños Manolo y Marta acabaron haciendo de las suyas...
    En fin, os dejo con una emotiva fotografía del evento... y aprovechamos la ocasión para dar las gracias a don Antonio por contar con nosotros, y al resto de feligreses de la parroquia que siempre nos acogen con enorme cariño. 





jueves, 5 de septiembre de 2019

Madre Teresa de Calcuta

     Qué curioso....  Muchos ya sabéis de mi otro blog llamado “de música, belleza y Verdad”, en el que voy desgranando las letras de distintas canciones para ponerlas en contexto con esos asuntos de la vida que “nos hacen pensar “. Semanas atrás, tenía bastante avanzada una entrada relacionada con una canción de Fito Paéz, pero los últimos detalles los rematé a la vuelta de vacaciones,  y hace unos días, quedó lista para ser publicada. Por algún motivo no encontraba el momento de lanzarla, y curiosamente anoche todo encajaba para poder darle salida, pero no sé por qué preferí dejarlo para hoy por la mañana. 
   Cuando, sin venir a cuento, he entrado esta mañana en internet para mirar el santoral de hoy, todo ha encajado: hoy celebramos a Santa Teresa de Calcuta, la cual indirectamente, es protagonista de esa publicación que ha tardado tanto en ver la luz... (ver aquí).




    Y entonces, he empezado a vislumbrar lo mucho que me identifico con la madre Teresa, especialmente por aquella debilidad hacia los pobres que experimenté por primera vez hace muchos años; fue un domingo radiante en el que mis padres acogieron en casa a un vagabundo muy mayor para que nos acompañara en el almuerzo, ya sabéis, ese tipo de cosas que nunca se olvidan.
    Luego, con los años, yo tuve mi particular “remake” en unos días entrañables en los que hice amistad con Beny, un alemán errante, bastante enfermo el pobre, y con una vida increíble a sus espaldas... pero eso ya es otra historia...


Foto Manolo dj

     Hoy madre Teresa nos recuerda, simplemente, que Cristo está en los pobres, en los desamparados, en los moribundos... y ya sabéis lo que Él dijo: “Lo que hicisteis con estos, a Mí me lo hicisteis.”



    

viernes, 28 de junio de 2019

¡ Vivan los novios !





    Dicen que hoy en día  la gente ya no se casa. También decimos apesumbrados que hacen falta testimonios, que el mundo está muy mal... pero... ¿no será que nos falta elevar un poquito la mirada?
 
     El pasado sábado Antonio y Marian hicieron lo contrario a lo que marcan las frías estadísticas. Desoyendo  modas y hábitos que arraigan con fuerza en estos tiempos, ellos dijeron SÍ QUIERO. Y lo hicieron “a la antigua”, bajo la fórmula del Matrimonio católico al que hoy apenas se le tiene en cuenta, ni siquiera por la tradición heredada de los padres.
     Antonio y Marian llegaron a la preciosa capilla del Monasterio de la Cartuja cargados de ilusión y con los sentidos puestos en todos los detalles de aquel día tan especial. La ceremonia fue oficiada por un sacerdote de esos que te dejan prendado, no obstante Pedro López Calvo es amigo de la familia desde hace muchos años. También don Antonio García Angulo, muy cercano a los contrayentes y sus familiares, los preparó convenientemente en los cursillos prematrimoniales, y tener a tu lado a curas tan cercanos es toda una garantía.
      Pero eso por sí sólo no basta. Esta pareja enamorada puso sobre todo convicción, decisión, la asunción responsable del compromiso que se contrae entre ellos mismos y ante Dios, con los familiares y amigos como testigos. Y esta actitud se hizo evidente en la mirada de Antonio al ver llegar a la novia, en la sonrisa de Marian al detenerse a la altura de su “casi” esposo, y en los timbres de sus voces al pronunciar las palabras de la ceremonia. Fueron muchos los gestos en los que se percibía el vibrato de un alma que sabe que pisa terreno sagrado y que sabe que ahí, en la Iglesia que le dio el bautismo, va a dar un paso decisivo en el amor. 
     Hoy los felices esposos disfrutan de su luna de miel, mientras familiares y amigos regresan a la normalidad de sus días. Ellos también regresarán y tomarán posesión de su hogar, y comenzarán su andadura juntos por las sendas que marque el destino, pero parten con la mejor de las garantías: la de saberse comprometidos mutuamente. Sus voluntades han optado por atarse, por vincularse inseparables ante todo lo que tengan que afrontar, pues la vida ordinaria irá llenando los días de certezas absolutas que la gente pronto se encarga de anunciar, como si ellos no supieran ya que las dificultades son parte del camino...
      Animo a los nostálgicos del mundo perfecto a que se olviden de utipías ñoñas que esconden cobardía. Por el contrario, animo a quien quiera seguridades robustas a que se armen de valentía en dar pasos como éste que han dado ellos; pasos que también considero válidos en el matrimonio civil, pues suponen anunciar un compromiso entre los cónyuges y ante los demás. Pero sobre todo animo, a quienes tengan la opción de casarse por la Iglesia, a que hagan como Antonio y Marian, quienes no dudaron en abrazar este sacramento que tantas bencidiones reparte...



    Nada bueno llega sin esfuerzo, pero todo puede superarse y fructificar si  construimos la casa sobre terreno firme. Y nada más firme que saberse unidos y acompañados por Aquel que todo lo puede; mediante este sacramento podemos ofrecerle los años venideros, cargados de días sencillos, bajo el beneplácito de Su Divina Voluntad. 
     Enhorabuena pareja. Lo habéis hecho. Ahora, sed felices y dad testimonio.