miércoles, 21 de febrero de 2018

PIENSA, tienes cabeza.

     Despacio, no devores. No leas esto con las prisas de siempre. PIENSA que las cosas importantes han de arraigar en nosotros, y esto no es un chiste rápido que llega al whatsapp. Tampoco es un guión de Coaching agresivo que, en aras de conseguir un objetivo determinado, pueda considerar al prójimo como una herramienta que usar o desechar.
      Escribí todo esto para mí, reflexionando sobre distintos temas sobre los que debía tomar más control, pero creo que no vendrán mal estas conclusiones a quien pueda leerlo. PIENSA que todos necesitamos de una continua mejora, aún más cuando creemos controlarlo todo. Así que.... pongamos la cabeza a pensar, que para eso la tenemos.

     1. Analízate. Continuamente, Revisa cada una de tus acciones, las pequeños hábitos, las grandes costumbres, todo. PIENSA justo en lo que vas a hacer ahora, y en los siguientes actos que le seguirán, uno a uno, desde que te levantes hasta que vuelvas a tu descanso. Sólo con un continuo análisis podrás empezar a identificar actitudes tomadas a golpe de impulso que revelan un voluntad débil.

    2. Enfréntate a la realidad, no la esquives. No te asustes de lo que vayas descubriendo en este proceso. PIENSA que identificar errores es la única manera de comenzar a superarlos; PIENSA que un solo hábito pernicioso que sea puesto en evidencia y combatido, te va a aportar un beneficio insospechado en términos de eficacia, tiempo y paz. Y PIENSA que esa paz y felicidad es lo único que buscamos continuamente aunque sea por caminos equivocados.

     3. Toma cartas en el asunto. Toma nota de aquello que debas cambiar. PIENSA que si comienzas a buscar a cada enemigo su punto débil estarás haciendo la mejor preparación para la batalla. Y PIENSA que, quieras o no, la batalla hay que librarla... y te va la vida en ello.

    4. Prioriza. Establece escalas de valores. PIENSA que si no estableces criterios de prioridad no podrás planificarte convenientemente. PIENSA que en el mundo hay cosas y personas; las cosas son un medio necesario al que hay que dedicarle lo justo para que generen el sustento, pero lo fundamental son la personas: darnos a ellas es lo que único que nos va a recompensar y hará que nosotros también recibamos. Y cómo no, PIENSA que las personas realmente importantes para ti son el máximo tesoro que puedas tener y debes, inexcusablemente, cuidarlas generosamente y sin escatimar sacrificios.

     5. Planifícate, ordénate. No dejes nada al albedrío o la improvisación. PIENSA que la vida ya te trae de por sí sorpresas y que, para poder darles una buena respuesta a los problemas necesitas orden en las ideas y en las tareas. Utiliza una agenda, en el formato que sea, trabájala convenientemente y sé fiel a las tareas marcadas.

    6. No seas ingenuo, desconfía de todo aquello que huela a fácil o que esté socialmente muy aceptado. PIENSA que, precisamente por no ser verdadero y representar poco esfuerzo estará revestido de éxito, como toda vanagloria hueca y pasajera. Busca y sumérgete en todo aquello que suene a Verdad, aunque cueste, y sigue ese camino sin descanso, pues te llevará indudablemente al conocimiento de todo lo realmente importante.

     7. Déjate ayudar. Asesórate, en cualquier asunto que deba dilucidarse, también en este intento de cambio en tus hábitos. No juegues a ser supermán pues solo no puedes nada. PIENSA que muchos grandes proyectos han quedado en ruína porque su promotor despreció los consejos y ayudas que se le ofrecían. Y PIENSA que sólo la humildad sienta las bases del verdadero éxito.

     8. No concedas sitio al miedo. Válete de tus recursos y el trabajo bien hecho para que todas las situaciones posibles, incluso las desagradables, sean tenidas en cuenta; PIENSA que así tendrás más control sobre todas las variables. PIENSA que a menudo el miedo lo provoca nuestra falta de previsión, y aunque siempre habrá un margen de error y situaciones fortuitas, no habrás dejado que sea la negligencia quien propicie un mal final. También combatirás el miedo disfrutando de la vida, de tu tiempo libre. Cuida tu salud, haz ejercicio. PIENSA que esta vida pasa en un soplo, y son muchas las cosas buenas que te rodean; y aunque no debemos buscar solo lo material, también es muy sano disfrutar de lo bueno, pues todos los niños necesitan distracciones (equilibradas), y no es nada malo eso de volverse niños...

     9. Tómate todo con la debida calma. PIENSA que las prisas no ayudan a tomar decisiones, y en muchos casos precipitan el desastre. PIENSA, además, que todos los actos, los cometidos y los dejados de cometer, tienen consecuencias, así que tómate el tiempo necesario para analizar las distintas opciones que la vida te presente.

    10. Confía plenamente. En primer lugar en ti (siempre y cuando verdaderamente tomes el camino que debes); pero también confía en la gente que te quiere. Y sobre todo confía firmemente en Dios. PIENSA que nada escapa a Su Divina Providencia, y que sólo Él es capaz de sacar bien incluso de situaciones difíciles. Confíale todo y abandónate enteramente a Su Voluntad. Y, si por algún motivo aún no has descubierto a Dios en tu vida, tranquilo; si buscas la Verdad vas a encontrarlo... y mucho  antes de lo que PIENSAS.....

PD: Nadie dijo que poner eso en práctica fuera fácil. Como en todo, hay que poner voluntad...

foto: LUZ © manolo dj, tomado de AMALGAMAexpress
    

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